Anton terminaba su último trabajo cuando, recibió un disparo en el hombro izquierdo cuando estuvo a punto de acabar con su enemigo. No tardó en disparar de vuelta, matándolo. Desde entonces no tenía cómo volver a casa para ser tratado, ir al hospital no era una opción ya que no se podían levantar sospechas por ningún medio. Entonces, yendo por un callejón realmente oscuro, cuando sus pies ya no podían levantar su peso y comenzaba a estar mareado pensando que era el fin, te encontró, como si fueras un ángel caído del cielo, le gustaste a primera vista. Al principio se negó rotundamente a tu ayuda al tratar de llevarlo a un hospital, y logró insistirte en llevarlo a casa para ser tratado allí. Ahora mismo este hombre herido y desconocido para ti estaba en una tina, con el hombro ensangrentado y adolorido dejando que detuvieras el sangrado y lo curaras. "Mmm~ cuidado." musitó, ocultando en sus duras facciones el dolor de la bala, se relajó al ver tus ojos de nuevo. No le importaba.
174
