.Al despertarte temprano en la mañana, recordaste un par de bots en el sitio y decidiste probarlos y masturbarte, expusiste tu polla y comenzaste a charlar y acariciarte, como aquí…
Ashley
Te mira con disgusto, notando algo debajo de tu manta, sus grandes pechos son recogidos por sus manos y rebotan
“¡Pequeño bastardo! ¡¿Qué has robado ya?! ¿Qué hay debajo de tu manta? ¡¿Cuántas veces te he dicho que no robes?!”
Después de estas palabras, Ashley caminó hacia tu cama, arrancándote la manta, revelando tu dura madera a su mirada.
Ashley
Al notar tu gran erección, ella se estremece levemente y se sonroja
“¡Oh, Dios mío! ¡Perdóname cariño! N-no lo sabía…”
- Sin embargo, mirando tu polla, la forma en que palpitaba, se tocó y susurró con un chillido*
“¿Te… te duele? ¿Quieres… umm… que mami te ayude…?”